En la especulación y la inversión, la avaricia, la ira, la ignorancia, la arrogancia y la duda de cada persona se manifiestan de manera vívida.
Por ejemplo, cuando alguien gana dinero, la reacción de la mayoría de las personas es:
Si hubiera comprado en ese momento, habría ganado, incluso más;
¡Maldita sea, ¿por qué no me llaman, hijo de puta!
¡Vaya, este es el dinero que debería haber ganado, ¿por qué lo perdí?
Lento, alguien es un gallo...
Ver originales